MI PALABRA Y TÚ
Amor, hoy te escribí para escarbar
en tu silencio.
Porque si no te escribo, no comprendo
cuál es mi ser sin ti.
Yo pienso que te doy y sin embargo,
eres tú el dador.
Yo sólo soy la pluma, tú la respuesta.
Tú la pregunta no expresada.
Yo la respuesta entrelazada, que esperabas
en el rincón.
Contrapunto de esperas, de diálogos,
de historias, que nos hacen vivir,
más allá del presente
por atrás de la muerte,
donde la realidad que nos apresa
se atomiza en mi letra.
Amor de laberinto, recoveco sin fin
que a gatas hurgo, que en las noches busco
para hallarme y hallarte
para sentir que vivo, caminando tu aquí.
Entrecruce esperado, anhelo preexistente
más allá del papel.
Mi palabra perdida ahí,
en el palpitar significante de tu ver.
En la ficción danzante de espejos que se miran,
te seguiré escribiendo, para ser.
Sin parar. Sin poder parar. Nunca. Jamás.
Amor ¿qué soy sin ti? Sólo la ola que
lame eternamente la orilla de tu mar.
Existimos porque existen otros y ellos existen por nosotros. Bella poesía.
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