sábado, 26 de octubre de 2013

Mi barca


MI BARCA    


 

Hoy quisiera contarte la historia de mi barca.

Porque tengo una barca, ¿sabes?

Una barquichuela pequeña.

 

Cada día y a veces, también cada noche,

me aferro con toda el alma a su timón,

buscando encontrar el horizonte.

 

A pesar de su apariencia fuerte,

mi barca es un débil cruzarse de maderas.

De madera enmohecida y crujiente,

de madera que deja pasar agua,

como si quisiera empaparse de mar,

de hondura y profundidad,

de silencio y oscuridad.

 

Tengo una barca endeble  

y a veces tengo miedo

de no poder guiarla,

de un extremo pasar al otro extremo.

 

La historia de mi barca es muy cambiante:

tener agua hasta el borde

y nuevamente flotar casi segura.

Girar sobre sí misma

y confundiendo su proa con su popa,

alejarse del rumbo,

inclinarse a babor hasta beberse

toda el agua con brío,

subir en las olas gigantescas

del éxito exultante,

para luego morir sin hacer ruido.

En soledad total cruzar el tiempo,

el tiempo de larga travesía

y hendir el agua marcando nuevos rumbos

que el agua va borrando,

transirse de distancia y de silencio

mientras solloza por ver el nuevo día.

 

Tengo una barca ¿sabes?

Así, es mi barca:

una mezcla de sombras y de luces,

de vida y agonía.

2 comentarios:

  1. Maravilloso , Josefina . Con un significado tan oculto y profundo , como el fondo del mar bajo tu barca
    Mecha

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  2. La vida misma es así, el amor es así, muchas veces no entendemos lo que sucede o nos sucede. Encontrar las palabras para mostrarlo es tu arte.

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