AMOR PERDIDO
En un rincón del tiempo
donde también se agazapan las
distancias,
hallé tu mirada suplicante
que sin llanto lloraba
mi caricia.
No sé por qué el silencio
se arrebujó en las sábanas,
para que nada pasara
y el momento huyó por la
ventana,
cabalgando en el rayo de luna
clandestino,
que se había arrastrado
hasta mi alfombra,
arrebatándote de mi destino.
Por culpa de urgencias
cotidianas,
como el agua que escapa
presurosa,
entre los dedos de la mano,
dejé que fueras un recuerdo,
una huella mnemónica en mi
mente ocupada
¡Y te pierdo!
Lo importante quedóse
acuclillado,
transformado en anhelo
y ya no pude recoger las
flores
en la primavera anochecida.
El otoño estaba amarillando
los prados de mi vida.
Casi al final del recorrido
me repliego sobre los pasos
idos
y un dolor ensangrentado me
atraviesa
para llorar aquel amor
perdido.
¿Por qué? me digo.
¿Por qué lo dejé ir?
¿Por qué no está conmigo?
Y el silencio responde,
enmohecido
en el rincón del tiempo.
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